En Estados Unidos, diversas ideologías han dado forma a su política y economía. El conservadurismo promueve un gobierno limitado, valores tradicionales y libre mercado; el liberalismo aboga por la "justicia social", derechos civiles y la intervención estatal para reducir desigualdades. El liberalismo clásico defiende la libertad económica con mínima intervención estatal, mientras que el libertarismo rechaza casi todo control estatal, apoyando libertades absolutas y laissez-faire. Aunque se contraponen en ciertos temas, comparten puntos comunes, como la defensa de derechos individuales y la democracia.